EL CASO DELIVEROO

Un caso claro actual de Falsos Autónomos: “El caso Deliveroo”

Tras la definición previa en el post anterior de lo que es un “falso autónomo” vamos a poner un ejemplo actual de trabajadores que sufren esa condición y que por lo tanto han decidido reclamar.

La empresa Deliveroo se trata de una empresa de reparto de comida con la posibilidad de ofrecer muchos y muy diferentes menús a buen precio en un tiempo aceptable de tiempo. Su propia página web, https://deliveroo.es/es/, lo define como “Tus restaurantes favoritos directos a tu puerta”

Para poder proporcionar el servicio, Deliveroo contrata a trabajadores autónomos que realizan las funciones de repartidores o conductores como otras empresas similares entre las que están Just Eat, Uber o Amazon… Estos trabajos que se están creando se conocen  y crean la figura de “Gig economy” o lo que es lo mismo, economía de los pequeños encargos o economía de los bolos.

Estas plataformas funcionan de tal manera de que ponen en contacto la necesidad de solicitar un pedido que se quiere recibir ya sea en casa o en la oficina con el tiempo libre que disponen los trabajadores que se ofrecen para llevar los pedidos a cambio de un precio fijado según el horario y los pedidos entregados.

En un primer momento, se da a entender, que la relación que se establece entre los “emprendedores” de Deliveroo y los “trabajadores” es una relación típicamente autónoma donde el servicio se da cuando como quiere y bajo las condiciones del trabajador. Sin embargo, tras las primeras reclamaciones, se está dando a conocer que la relación va más allá de la relación de autónomo. Los trabajadores de la compañía han realizado una primera huelga donde reclaman principalmente dos cosas: el compromiso de un mínimo de pedidos al mes con las horas fijas y segundo, proponen el análisis de si su trabajo debiera de tener la condición de autónomos o si realmente debieran de sujetarse al estatuto de los trabajadores propias de los trabajadores por cuenta ajena.

Los trabajadores de Deliveroo aseguran que mantienen una vinculación mencantil con ellos ya que ellos se incriben en la página y en ese mismo momento se fija sus horarios disponibles. Con ello, la empresa tiene la posibilidad de contactar con ellos o no durante esa franja horario condicionando así sus ingresos a pesar de tener dicha disponibilidad. Con ello, los trabajadores deben de estar continuamente atentos a sus dispositivos móviles y con la posibilidad de llegar al destino fijado en un tiempo estimado para que el cliente que encarga la comida disponga de ella según lo establecido en la página. Con ello afirman que la disponibilidad se traduce en flexibilidad sujeta a condiciones no sujetas al concepto de autónomos.

La huelga realizada por los trabajadores ha provocado que la multinacional proponga varias modificaciones: Subida del porcentaje de beneficio por cada pedido entregado, y una nueva forma de establecer los horarios así como el establecimiento de más jornadas regulares. Sin embargo los trabajadores o “Riders”, consideran estas dos modificaciones no son suficientes y siguen tratando de luchar por la mejora de sus condiciones.


El caso Deliveroo supone la continuación de un nuevo concepto de trabajo donde las relaciones laborales se van convirtiendo cada vez más ligeras y que lo convierte en una cara precaria de lo que tantos años se ha estado luchando por conseguir escondiéndolo bajo un concepto de “emprededor

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